Los cálculos renales

Podemos decir que los cálculos renales (Litiasis renal o comúnmente llamadas piedras en el riñón) son depósitos duros en forma de una piedra y su creación siempre se da en algún sitio del sistema urinario. Generalmente estas piedritas suelen estar presentes de manera asintomática (sin dar señales de que existen) como así también generar dificultades que pueden ser triviales, rigurosas o bien muy rigurosas. Todas estas situaciones se presentan, por ejemplo, desde la dolencia que originan cuando se atrancan en distintos lugares del sistema urinario hasta inflamaciones o infecciones frecuentes y muy serias. Los cálculos renales

Su formación pueden ser mediante sustancias orgánicas y minerales y así sus dimensiones variarán desde el tamaño de un granito de arena hasta la similitud de una pelotita de golf. La creación ocurre cuando ciertas sales y minerales en la orina llegan a cristalizarse. Generalmente se evacuan por medio del orín, pero en numerosas situaciones los cristales saben fijarse al riñón, comenzando su crecimiento hasta alcanzar la forma de una roca. En distintos estudios se ha demostrado que esto sucede debido a una tendencia familiar muy marcada, como también debe existir cierta predisposición.

La población en los Estados Unidos tiene un padecimiento de más del diez por ciento. Además, en el tratamiento para su eliminación total, el cincuenta por ciento de los pacientes sometidos, en un período de alrededor de diez años vuelven a sufrirlos. Casi en su totalidad, los cálculos renales, poseen calcio, teniendo mucha relación con la hipercalciuria, que sería la elevada eliminación de calcio en el orín.

En el New England Journal of Medicine, ya hace más de 10 años, ha sido publicado el estudio posiblemente más extenso y significativo sobre la correlación de los cálculos renales y el calcio. Hubo una participación de más de cuarenta y cinco mil personas en este estudio, llegando sus autores a la conclusión que un consumo alto de calcio en nuestra alimentación reduce el riesgo de la formación de dichos cálculos renales, como así también una pobre alimentación en calcio acrecienta la incidencia de estos cálculos.

De otro modo, se ha realizó una demostración que el consumo de una baja dieta en sodio y en proteínas minerales evita y previene la creación de cálculos. Se debe agregar también algo muy importante en el tratamiento y prevención de los cálculos, como lo es la abundante ingesta de agua durante el día. Los cálculos renales

Cuando es normal la dieta o bien rica en calcio, el oxalato en la luz intestinal se une con este, eliminándose por medio de la materia fecal y de ese modo no pasaría al pis. Una mayor eliminación de oxalato por el orín, se lleva a cabo cuando realizamos una dieta muy pobre en calcio. En esta situación se hace más fácil que se haga presente el oxalato de calcio, su depósito ulterior y su cristalización en las paredes del sistema urinario de la persona.

En nuestra alimentación hay muchas cosas que consumimos y son ricas en oxalato y por lo tanto sería bueno que se evitaran. Algunos ejemplos de ellas son: salvado de trigo, la remolacha, el té, nueces, chocolate, espinacas, fresas…

Debido a esto, en las personas propensas o bien en aquellas que son muy susceptibles a la formación de cálculos, es conveniente que se prevenga la formación de estos. Los cálculos renales

Entonces una buena dieta podríamos conformarla de la siguiente forma:

No hacer uso de alimentos que contengan el oxalato en un alto grado.

No consumir gaseosas que posean fosfato como ingrediente.

Consumir agua de manera abundante, en el día, por lo menos de dos a tres litros.

En las comidas, usar bicarbonato de calcio.

Achicar el consumo de sal o sodio.

Las dietas deben ser ricas en calcio, siendo por medio de los suplementos de calcio o por los alimentos en sí.

Estas son algunas recomendaciones para evitar la formación de los cálculos.