DIETAS VEGETARIANAS DECLARADAS SALUDABLES



Los vegetarianos que viven en Europa, Canadá y Estados Unidos tienen menos colesterol, sufren menos de hipertensión, de diabetes tipo II, de cáncer de colon y de próstata, y además están más delgados que las personas que consumen una dieta occidental tipo. Por este motivo la Asociación Americana de Dietética y la Asociación de Dietistas de Canadá se han posicionado claramente a favor de una dieta vegetariana adecuadamente planificada.

Los beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades fueron definidos por estos organismos oficiales en una declaración de su posición, que salió a la luz publicada en el "Journal of the American Dietetic Association" en el año 2003, y que en la actualidad es un documento de referencia en este tema. Según la European Vegetarian Union, casi dos millones de personas, un 4% de la población española, podría seguir alguno de los tipos de dietas vegetarianas que se practican. Este dato es tan sólo una estimación proporcionada por la Asociación Vegana Española, debido a que no se dispone en la actualidad de otros datos nacionales oficiales al respecto.

Una variedad de enfoques en la planificación de los menús puede proporcionar una nutrición adecuada para los vegetarianos. La Guía de Alimentación Vegetariana Rainbow sugiere el siguiente enfoque.

  • Elegir variedad de alimentos, incluidos granos integrales, verduras, frutas, legumbres, frutos secos, semillas y, si se desea, productos lácteos y huevos.
  • Seleccionar alimentos que no estén edulcorados, no sean muy grasos y evitar los alimentos procesados.
  • Escoger variedad de frutas y hortalizas.
  • En caso de consumir alimentos de origen animal como los productos lácteos y los huevos, elegir mejor los lácteos con menor contenido de grasa, y consumir estos alimentos con moderación.
  • Utilizar una fuente extra de vitamina B12 y, en caso de tener limitada la exposición a la luz del sol, de vitamina D.
Fuente Consumer.es

LA ALIMENTACIÓN

Consiste en la obtención, preparación e ingestión de los alimentos. La nutrición es el proceso mediante el cual los alimentos ingeridos se transforman y se asimilan, es decir, se incorporan al organismo de los seres vivos, que deben hacer conciencia (aprender) acerca de lo que ingieren, por qué lo ingieren, para qué lo ingieren, cuál es su utilidad, cuáles son los riesgos. Por extensión, se llama alimentación al suministro de energía o materia prima necesarios para el funcionamiento de ciertas máquinas.
Los seres vivos necesitamos, además del agua que es vital, una variada y equilibrada alimentación que es fundamental para la vida. Una dieta correcta debe contener cantidades adecuadas de proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales. La base de una buena nutrición reside en el equilibrio, la variedad y la moderación de nuestra alimentación. Pero la alimentación moderna urbana es muy a menudo desequilibrada, desestructurada y se suele juntar con una vida cada vez más sedentaria.
La mala alimentación, sumada a los trastornos psicológicos y/o psíquicos derivados, puede ser la causa de diversas enfermedades, de las que cabe destacar cuatro como las más importantes:
* Obesidad, Anorexia, Bulimia y Depresión

UNA DIETA PARA TRATAR LA HIPERTENSIÓN PODRÍA SER ÚTIL PARA REDUCIR EL RIESGO DE FALLO CARDÍACO EN MUJERES


Se basa en la ingesta de mayores niveles de frutas, vegetales, productos integrales y lácteos desnatados

Un estudio del Centro Médico Diaconesa Beth Israel en Boston (Estados Unidos), publicado en la revista "Archives of Internal Medicine", mantiene que una dieta diseñada para prevenir y tratar la hipertensión basada en mayores niveles de frutas, vegetales, productos integrales y lácteos desnatados podría estar asociada con un menor riesgo de fallo cardiaco en mujeres.

La dieta para retrasar la hipertensión denominada DASH podría contribuir a la prevención del fallo cardiaco en algunos casos debido a que reduce de forma eficaz la presión arterial y los niveles de colesterol malo en los ensayos clínicos realizados, detallaron los investigadores. Esta dieta incluye el consumo elevado de frutas, vegetales, productos integrales y lácteos bajos en grasas, lo que da lugar a un mayor consumo de potasio, magnesio, calcio y fibra, un consumo alto en proteínas y bajo en grasas saturadas, apuntaron.

Bajo la dirección de Emily B. Levitan, los científicos analizaron datos de 36.019 mujeres de entre 48 y 83 años sin fallo cardiaco que participaban en un estudio sueco con mamografías. Las participantes completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria al inicio del estudio, entre 1997 y 1998, que fue utilizado para calcular una puntuación indicativa de su seguimiento de la dieta DASH. Las mujeres fueron seguidas de 1998 a 2004 utilizando bases de datos suecas de hospitalización y mortalidad.

Al dividir a las mujeres en cuatro grupos, en comparación con el grupo con puntuaciones más bajas en el seguimiento de la dieta DASH aquellas pacientes con las más altas tenían un 37% menos de tasa de fallo cardiaco después de tener en cuenta factores como la edad, la actividad física y el tabaquismo. Asimismo, las mujeres situadas entre el 10% de aquellas que mejor seguían la dieta tenían la mitad de la tasa de fallo cardiaco en comparación con las que tenían las puntuaciones más bajas.

Ya trabajos anteriores habían mostrado que la dieta DASH baja la presión arterial sistólica alrededor de unos 5,5 milímetros de mercurio. Los investigadores piensan que esta disminución podría reducir la tasa de fallo cardiaco alrededor de un 12%. Otros mecanismos por los que el patrón de alimentación podría influir en el riesgo de fallo cardiaco incluyen la reducción del colesterol LDL, los efectos similares a los del estrógeno de algunos nutrientes en la dieta y un menor daño celular asociado al oxígeno.

Fuente: consumer.es